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Elizabeth Bishop

 

Un arte

​

No es difícil dominar el arte de perder
tantas cosas acaban por perderse
y esa pérdida no es una catástrofe.

Tenés que perder algo todos los días. Aceptar el
fastidio de las llaves perdidas, las horas malgastadas.
No es difícil dominar el arte de perder.

Después practicá perder más y mejor:
lugares y nombres, dónde era que ibas.
Vas a ver, nada de eso es una catástrofe.

Perdí el reloj de mi madre. La última o
anteúltima de tres casas que amé. ¿Y ves?,
no es difícil dominar el arte de perder.

Perdí dos ciudades entrañables. Y más,
algunos reinos que tuve, dos ríos, un continente.
Los extraño, sí, pero no fue una catástrofe.

Ni siquiera perderte a vos (la voz graciosa, un gesto
que amo) me haría mentir. Es obvio que
no es difícil dominar el arte de perder, aunque
pueda parecer (¡ponele la firma!) una catástrofe.

 

Trad.:Sandra Toro Smith

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"No es una catástrofe", es cierto, aunque no le resulta fácil a uno advertirlo y, menos aun, hacerse cargo. Pero más vale hacerse cargo de eso, "no es una catástrofe", como quien se renueva al asumir otra posición ante el mundo y ante la vida. Y, aunque lo fuera, ir haciéndose diestro en el arte de perder es, a su manera, una sabiduría, tal vez la que mejor permite hacer frente a lo inevitable. No una resignación dócil sino una sabiduría, un hacerse cargo y una renuncia a la soberbia boba de quien no acepta no creerse omnipotente y completo. Un desafío. Y un desacuerdo radical con el mandato de vida capitalista basado en el dominio, la posesión y la acumulación. Así leo, así me gustó siempre leer (y por eso le estoy muy agradecido), "Un arte", y de pronto, al reencontrármelo, en un post de Sandra Turza (de ahí lo copié) se me ocurre que tal vez debiera haber leído irónicamente afrmaciones como "no fue una catástrofe" o "no es difícil". ¿No está poniendo en palabra ese resto amargo, sucio, con el que la pérdida nos obliga a convivir, no explicitado directamente sino a través de su negación irónica? Creo ahora que sí, y también me gusta mucho de ese modo, más "realista" y menos "filosófico", el poema. Cómo la habrá pensado al escribirlo Elizabeth Bishop no sé. Lo que sé es que el poema está ahí, y perfectamente puedo leerlo desde las dos perspectivas, que, en el fondo, si lo pensamos bien, son la misma, o se implican. En el primer comentario va el original en inglés. Al margen: que pegada, en la traducción de Sandra Toro Smith, al final, ese "¡ponele la firma!" por "Write it!". Por ahí tengo otra traducción que dice "escríbelo".

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