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Philip Levine

 

Lo que es el trabajo

​

Estamos formados bajo la lluvia en una larga 
fila en Ford Highland Park. Buscando trabajo.
Sabés lo que es el trabajo: si tenés
edad de leer esto sabés lo que
es el trabajo, aunque quizá no trabajes.
Olvidate de vos. Esto es sobre esperar,
apoyarse en un pie, después el otro.
Sentir la llovizna que te cae como rocío
en el pelo, te nubla la vista hasta que creés
ver a tu propio hermano más adelante, a unos diez 
lugares. Te restregás los anteojos con los dedos
y claro que es el hermano de alguien más,
con la espalda menos ancha que el tuyo, pero
con la misma postura triste y encorvada, la sonrisa
que no alcanza a esconder la terquedad,
la triste negativa a ceder ante la lluvia,
las horas malgastadas esperando,
sabiendo que en algún lado más adelante
espera un hombre que te va a decir, “No,
hoy no estamos tomando gente”, por cualquier
motivo que se le ocurra. Vos amás a tu hermano,
ahora de repente apenas soportás
el amor por tu hermano que te inunda,
que no está al lado tuyo ni detrás
ni adelante porque está en casa tratando
de dormir un poco después del sufrido turno noche
en la planta de Cadillac así le da tiempo a levantarse
antes del mediodía para estudiar alemán.
Trabaja ocho horas cada noche para poder cantar
a Wagner, la ópera que vos más detestás,
la peor música jamás inventada. 
¿Cuánto hace que no le decís
que lo querés, que no abrazás su espalda ancha,
abrís los ojos grande y pronuncias esas palabras
y a lo mejor le das un beso en la mejilla? Nunca 
hiciste algo tan sencillo, tan obvio,
no porque seas demasiado joven o demasiado bobo,
tampoco porque estés celoso o seas mezquino,
ni siquiera incapaz de llorar adelante
de otro hombre, no,
sólo porque no sabés lo que es el trabajo.

 

Trad.:Ezequiel Zaidenwerg

​

Epifanía o revelación o súbita toma de conciencia: "sólo porque no sabés lo que es el trabajo". Nada menos. Por eso no fuiste capaz de hacer ese gesto elementalmente humano tan sencillo, tan obvio. No por ser joven, ni es que seas bobo, ni hay celos ni mezquindad ni nada así: es porque no sabés qué es eso, el trabajo. ¿Es excesivo hablar de arribo a una conciencia de clase? ¿Y cómo se arriba, sinó? ¿Leyendo libros de teoría marxista? ¿Discursos de un dirigente? Es en el cuerpo o con el cuerpo que lo percibe, lo vive, de pronto, el tipo que habla en el poema de Philip Levine, formado en una larga fila bajo la lluvia, apoyándose en un pie y después en otro para aguantar, y al ver ahí adelante a alguien que podría ser su hermano se produce la revelación o toma de conciencia: "olvidate de vos", había dicho antes, como preparando la entrada a la epifanía. Y se produce. Es admirable, creo, el modo en que Levine, por medio de una escritura "directa", aparentemente "prosística" y carente de "brillo poético", va metiéndonos, con tanta extrema precisión y tanta capacidad de hacer que uno viva las situaciones, en eso, una situación, casi como si ahí uno tuviera metido el cuerpo, para que más que las explicaciones y las enseñanzas sea lo vivido lo que habilita la conciencia. No sé, ni me importa, si merece o no llamarse "poesía militante": es, sí, poesía necesaria, creo, y muy buena poesía. No por casualidad, claro, Ezequiel Zaidenwerg posteó hoy, primero de mayo, esta traducción suya, y no dejo entonces de aprovechar la oportunidad.

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