e.e. cummings
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en lo oscuro
de la lluvia, mientras el atardecer
entra en su estuche me siento
a pensar en ti
la ciudad
sagrada que es tu rostro
tus mejillas pequeñas las calles
de las sonrisas
tus ojos
a medias ave
a medias ángel y tus soñolientos
labios donde flotan las flores del beso
y
hay esa dulce y tímida pirueta
tu pelo
y también
tu alma
de canción y danza. una estrella
única raramente amada
se pronuncia, y yo
pienso
en ti.
Trad.: David Lagmanovich
Desde una posición de debilidad, de incompletud, de insuficiencia (una posición amorosa), que es a la vez una posición audaz, aventurada, inventiva, el poema de cummings es a la vez un juego y una suerte de oración o rezo, y balbuceo también, y leve anotación de lo cierto que el alma descubre en sí misma y le busca las palabras que corresponden. Soltura, movimiento, temblor y al mismo tiempo precisión. Tantas cosas pueden decirse de la poesía de Cummings y nunca se alcanza a dar cuenta de "eso" que ahí nos llama o nos atraviesa o nos hace vivir.