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Mauro A. Fernández 

 

no se ve porque es de noche pero está
cerca el arroyo de agua tornasolada
agua dulce y suave que brilla en el borde
de sus olas oscuras agua que envuelve
las piedras finamente por debajo agua que
no trae nada más que tiempo que corre
para cantar y canta para correr que tiene
sombras vivas que respira como el cielo

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Hay, evidentemente, motivos para agradecerle a Facebook. A Mauro A. Fernández lo tengo de "amigo" en este medio desde hace ya no sé cuanto. No me acuerdo cómo fue, sí que sus posteos me empezaron a interesar hace mucho. Posteos sobre diversos temas que uno celebra, incluidas cuestiones políticas. Todavía no sé nada de él, creo que vive en Bahía Blanca y no mucho más. No sabía, por ejemplo, que escribe poesía y no tengo idea acerca de si tiene algo publicado, pero hace un tiempo vi que empezó a postear poemas y esos poemas me empezaron a llamar la atención, algunos más que otros, por supuesto. Vi que hay un tono, una actitud, un aire muy personal, o singular. Alguien que tiene algo propio que dar a la poesía y con la poesía. Y hoy me encontré con esta muestra de austera delicadeza y de sensibilidad nada estridente pero poderosa: algo se me mueve en el alma cuando leo esas palabras. Hay algo muy vivo ahí, muy necesario de que exista. Y escritura, por supuesto. Y trabajo o juego mental. En fin, léanlo.

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