Tomás Moro
Oración del buen humor
Concédeme, Señor, una buena digestión,
y también algo que digerir.
Concédeme la salud del cuerpo,
con el buen humor necesario para mantenerla.
Dame, Señor, un alma santa que sepa aprovechar
lo que es bueno y puro, para que no se asuste ante
el pecado, sino que encuentre el modo de poner
las cosas de nuevo en orden.
Concédeme un alma que no conozca el aburrimiento,
las murmuraciones, los suspiros y los lamentos y no
permitas que sufra excesivamente por ese ser tan
dominante que se llama: YO.
Dame, Señor, el sentido del humor.
Concédeme la gracia de comprender las bromas,
para que conozca en la vida un poco de alegría y
pueda comunicársela a los demás.
Así sea.
La "Oración del buen humor", de Tomás Moro, que el papa le recomendó muy especialmente al presidente Fernández. Gracias, Factor Francisco por difundirla. Me sobran los motivos para tener en cuenta permanente lo que de sabiduría hay en esta ética: vías para encarar bien la vida en serio.