Roberto Juarroz

 

Periódicamente,
es necesario pasar lista a las cosas,
comprobar otra vez su presencia.
Hay que saber
si todavía están allí los árboles,
si los pájaros y las flores
continúan su torneo inverosímil,
si las claridades escondidas
siguen suministrando la raíz de la luz,
si los vecinos del hombre
se acuerdan aún del hombre,
si dios ha cedido
su espacio a un reemplazante,
si tu nombre es tu nombre
o es ya el mío,
si el hombre completó su aprendizaje
de verse desde afuera.
Y al pasar lista
es preciso evitar un engaño:
ninguna cosa puede nombrar a otra.
Nada debe reemplazar a lo ausente.

 

…..

¿Por qué tendría que comprobar la presencia de, por ejemplo, los pájaros y los árboles, o el semáforo de la esquina o la biblioteca que tengo acá atrás? Pero, a la vez, ¿podemos estar completamente seguros de que están? Y, más inquietante aun, ¿no habrá cedido Dios a otro su espacio?, ¿los nombres siguen perteneciendo a quienes pertenecían?, ¿podemos ya vernos desde afuera? Desconfiar de lo acostumbrado no viene nada mal, desconfiar de las forzadas seguridades con que suponemos que las cosas portan un nombre, cuando apenas los nombres son provisorios recursos para reemplazar su radical ajenidad. Algo, tal vez mucho, se le movió a uno en la mente en ese transcurso, el de recorrer un poema de Roberto Juarroz, con incluso alguna iluminación sorpresiva y desconcertante como “si las claridades escondidas/ siguen suministrando la raíz de la luz”. Por medio de la razón, sacudir la razón, llevándola al paroxismo, poniéndola a prueba hasta que se toca algo que no es la sinrazón sino otra razón, desprogramada, abierta a lo incalculable. Con un lenguaje “frío”, sin “aura” ni “encanto”, más propio de un ensayo que de un poema (del lenguaje que uno espera encontrar en un poema), Juarroz hace lo que se hace en los ensayos, reflexionar, pero no para arribar a alguna certeza sino para poner en juego otras posibilidades. ¿No es una lectura extrañada, al fin y al cabo, lo más propio de la poesía, antes que la presencia de tal o cual lenguaje?