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Federico García Lorca

 

Gacela de la muerte oscura

Quiero dormir el sueño de las manzanas
alejarme del tumulto de los cementerios.
Quiero dormir el sueño de aquel niño
que quería cortarse el corazón en alta mar.


No quiero que me repitan que los muertos no pierden la sangre;
que la boca podrida sigue pidiendo agua.
No quiero enterarme de los martirios que da la hierba,
ni de la luna con boca de serpiente
que trabaja antes del amanecer.


Quiero dormir un rato,
un rato, un minuto, un siglo;
pero que todos sepan que no he muerto;
que haya un establo de oro en mis labios;
que soy un pequeño amigo del viento Oeste;
que soy la sombra inmensa de mis lágrimas.


Cúbreme por la aurora con un velo,
porque me arrojará puñados de hormigas,
y moja con agua dura mis zapatos
para que resbale la pinza de su alacrán.


Porque quiero dormir el sueño de las manzanas
para aprender un llanto que me limpie de tierra;
porque quiero vivir con aquel niño oscuro
que quería cortarse el corazón en alta mar.

......


¿Qué sería "dormir el sueño de las manzanas"? ¿Sueñan las manzanas? ¿Se sabe qué es eso? Sí, se sabe, o es posible saberlo. Un modo de saber, claro, que nada tiene que ver con poder explicar qué es lo que se sabe o por qué (al contrario: cualquier intento de explicarlo mata ese saber, o transcurre en otro campo de la vida espiritual, menos capaz de afectarlo a uno como lo afecta el saber inmediato, extrarracional). ¿Y por qué alguien querría vivir con aquel niño oscuro que quería cortarse el corazón en alta mar? Es que no se trata de una propuesta sino de una sensación, algo contradictorio e inconmensurable que destella en alguna parte del alma y que no tiene otro modo de ser dicho --o el poeta no encuentra un mejor modo, o descubre que ese es el mejor modo-- que a través de esas palabras-imágenes, o de las resonancias, las connotaciones, que esas palabras desatan.
La revolteada y restallante fiesta de imágenes, y de las sensaciones que esas imágenes suscitan, de la que García Lorca fue capaz como muy pocos, tal vez como nadie. 

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