Alberto Cisnero

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recuerda esa palabra. y la democracia

de los ricos. enemigos del pueblo. sus bienes

materiales y espirituales no son los mismos

que los tuyos. ninguno habla contra la propiedad 

burguesa (cuando parlamenta). no comen 

lo mismo que vos. son los elegidos de sí mismos. 

progres, fachos, indiferentes (emergentes, 

crónicos, peligrosos), gente que mata gente. 

siempre serán ellos o nosotros, ese es el único

consenso. y nulas ideas limpias que añadir 

al sermón de la montaña mental de la época. 

las ideas no se matan, mueren solas.

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"Palabra por palabra, frase por frase, puedo decir que lo que va manifestando el poema de Alberto Cisnero puedo decirlo también yo, me gustaría decirlo también yo, porque así lo siento y lo pienso, y tanto celebro que un poeta actual se anime a poner sobre el tapete todo lo que Cisnero pone. Si lo hubiera escrito en mera prosa también me gustaría, pero más me gusta porque AC es capaz, cosa nada fácil, poco menos que imposible a veces, de hacer poesía con eso. La sujeción a un ritmo y a una lógica que no es discursiva ni argumentativa sino poética. La palabra como irrupción. La frase como realidad autónoma, cargada de su propia fuerza (al modo de aquel "hay golpes tan fuertes en la vida, yo no sé")."