Roberto Juarroz
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Insistir demasiado en sí mismo
es gastar sin sensatez la sustancia del mundo
y abusar de la luz y sus reflejos,
del prorrateo abierto del mirar,
del reparto de los colores
y también del corazón de las tinieblas.
Tal vez fuera preciso
moderar, recortar el existir
y retener la prepotencia de ser uno.
Y que eso nos permitiese morir menos
o simplemente no quedarnos sin fondo,
como patéticos odres
que no supieron contener su vino.
Insistir demasiado en sí mismo
es trastocar las figuras visibles
y embadurnar las invisibles
con el menguado alquitrán de nuestra furia.
Es preciso insistir en otra parte,
por ejemplo allí donde las líneas retroceden
y las manos se enguantan
para evitar el tacto sin regreso.
O allá, por lo menos,
donde sentimos cómo se desgastan
la piel tenaz del pensamiento,
las secreciones de todos los amores
y las suelas metafísicas
de nuestros últimos zapatos.
Si. Es preciso insistir en otra parte.
Novena poesía vertical 1 (42)
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Sí, creo que es así. "La prepotencia de ser uno". Tanto insistir en ser uno el que es, como si eso no fuera atarse a un patrón duro, mediocre y estúpido, el "uno mismo", ese emprendedor. No alcanzo a entender qué trata de metaforizar Juarroz cuando habla del lugar donde las líneas retroceden y las manos se enguantan, y en general no me parece que este poema esté entre lo que más valoro de su poesía, pero lo que leo en su primera mitad me parece insoslayable.