Juan José Saer
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Don Giovanni
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En la prisión de la piel, el placer
de Sísifo es su trabajo forzado
y el post coitum triste la libertad
provisoria
Sísifo, el condenado a empujar una y otra vez, montaña arriba, la misma pesada piedra, interminablemente: es el trabajo forzado del Don Juan, y el afloje después del coito su breve momento de alivio o libertad. No sé si alguien lo notó antes: por este y otros textos suyos, me llama la atención cómo pone a la vista Saer (que estaba muy lejos de ser un casto o un moralista) lo absurdo o atroz de ciertos modos, socialmente indiscutidos, de suponer la felicidad sexual. Viéndolo en el horizonte de hoy, me parece que toda una extendida concepción cultural, y hasta política, es cuestionada en estas cinco líneas: gozar de cualquier modo, como sea, obligatoriamente, quiera uno no, so pena de vivir en falta.