top of page

Hugo Toscadaray

 

La sed

​

¿sacarle punta al lápiz con una metralleta?
¿regar la piedra?
¿echarle alcohol al hambre?
¿qué es?

¿golpear el verso? ¿con los puños darle?
¿con el cincel de la espera hasta que sangre darle?
¿es eso escribir?

¿arrancarle a la mosca la penumbra?
¿morder la fiebre?
¿sacar espuma por la nuca?
¿qué es?

¿sentarse a esperar que duela algo?
¿que salte algo? 
¿que brille?

y si nada sacude ¿qué?

¿apagar los ojos? 
¿morir un rato?
¿secar un árbol? 
¿raspar un hijo?

¿agazaparse y aguardar
a que una sola palabra 
incendie todas las cosas?

​

Ahí está, creo, el núcleo del poema de Hugo Toscadaray: "Y si nada sacude ¿qué?" Ya por "eso que dicen" las frases que se suceden, aunque no estuvieran entre signos de interrogación, es fuerte y animadísimo el movimiento de la mente que en la lectura se da y lo que a la imaginación y los sentidos les pasan, sin resuello, sin solución. Pero además están entre signos de interrogación. Nada que no sea interrogación. Todo queda abierto, latiendo, y la respuesta es lo que a uno le queda latiendo. No hay quietud posible.

bottom of page